Año: 2011
Sello: Murder Records
País de origen: Portugal
Comenzar un disco de Brutal Death con el Haka (ese rito tan singular que hacen los All Blacks antes de comenzar un partido) es un verdadero acierto. Más aun, el acierto se confirma cuando lo que viene después de la intro, es una descarga del más feroz Brutal Death, técnico e inhumano como debe ser, rebozante en blast beats, riffs asesinos y vocalizaciones enfermizas. Apenas comienza la placa, uno se siente en medio de un scrum, bajo los 30 jugadores de rugby, quienes te dan patadas, trompadas y golpes varios. Esa es la sensación que se mantiene durante casi todo el disco. Por momentos, más que bajo un scrum, te hacen sentir como si hubieses cometido el error de interponerte en medio de Lomu, el famoso rugbier, mientras éste está lanzado en velocidad al ataque. Cada tema, es un golpe certero y destructivo en cualquier parte de tu pobre cuerpo. Para colmo, los muy hijos de puta van a mil durante casi todo el disco, y lo que es mejor, sobre esa base híper veloz, meten riffs alucinantes, sin repetirse ni una sola vez. Descollante la labor de Rolando Barros en la batería, un criminal que no deja recurso sin usar en su alocada labor detrás de su instrumento. Ahí nomás viene Alexandre Ribeiro, un bajista virtuoso pero con una fuerza arrolladora, el complemento ideal para que Barros destroce su batería. Escuchen lo que toca Ribeiro en “Ravenous Loathing”, “The Misanthropes (tortured, decayed & cursed)” y “10 Commandments”, dando una soberbia cátedra de calidad y bestialidad al mismo tiempo. No me olvido de Ivo Martins, un guitarrista que no necesita meter solos a cada rato para demostrar cuan bueno es con su instrumento. Mención especial para “Aion”, un vocalista que más que vocalista, es un demente escapado de un hospital psiquiatrico devenido en cantante. Su vozarrón gutural es la contraposición perfecta a sus alaridos cargados de locura infinita. “Split 3 To Share” es la más clara demostración de los limado que está éste tipo. Por cierto, eso de las vocalizaciones enfermizas no sólo corre a cargo del señor Pedro Pedra (Aion). Presten atención a la desquiciada que sale gritando en “Anal Core” y luego me dicen.
“Scrooping The Cranial Insides” es una verdadera obra maestra del mejor Brutal Death, con toques grinders que quedan de maravilla, hecho por tipos que llevan más de 20 años haciendo esto (3 discos full en 20 años), y que, por lo visto, están pasando por el mejor momento de su carrera. Eso sí, si crees que acá vas a encontrar sólo brutalidad a toda velocidad, te equivocas. “10 Commandments”, el track que cierra el disco, nos muestra a un grupo mucho más cercano al Technical Death que al Brutal Death, con un ritmo calmo sobre el cual despliegan texturas exquisitas. Eso hasta segundos después de terminado el tema, momento en el cual aparece el track fantasma, te meten el tacle final, y adiós columna vertebral. Y adiós review. .
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